Relaciones entre la Unión Europea y Brasil: el acuerdo con Mercosur

Relaciones entre la Unión Europea y Brasil: el acuerdo con Mercosur

La Cámara de Comercio Brasil-España (CCBE) ha creado la iniciativa #DiálogosCCBE, con el objetivo de crear nuevos espacios para continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales entre Brasil y España. Con la colaboración de nuestro socio protector Iberdrola, hemos organizado el primer encuentro virtual, que ha contado con un invitado muy especial, Ignacio Ybañez, Embajador de la Unión Europea en Brasil, quien nos ha acercado a las relaciones estratégicas entre la UE y Brasil y, sobre todo, al acuerdo con Mercosur.

Haciendo hincapié en Brasil, cabe decir que “a pesar de que es uno de los países más afectados por la crisis de la pandemia, la situación se está estabilizando y el Gobierno está promoviendo ayudas fiscales y líneas de créditos para amortiguar el impacto negativo. Además, se prevé que, en los próximos años, la apertura del comercio exterior gane mayor protagonismo gracias al acuerdo Mercosur-UE, fomentando pilares como el comercial, el diálogo político y la cooperación. Dicho acuerdo supondrá un crecimiento del 1% del PIB”, ha indicado José Gasset, presidente de la CCBE, quien ha inaugurado el acto.   

Las claves del acuerdo Mercosur

Por su parte, el Embajador de la UE en Brasil, Ignacio Ybañez, ha querido destacar cuáles son los aspectos más positivos del acuerdo Mercosur-UE, tras más de 20 años de negociaciones.

  • Es el mayor acuerdo jamás celebrado entre la Unión Europea con otra región del mundo, desde una perspectiva política, comercial y de cooperación.
  • La gran ventaja del precursor, es decir, la Unión Europea sería el primero gran bloque comercial en tener un acuerdo con el bloque del Mercosur – completando la red de acuerdos de la Unión Europea con los países de la región latinoamericana.
  • La mejora de la competitividad para ambos lados del Atlántico, aunque sobre todo, para empresas europeas ya establecidas en Brasil, que podrán importar los productos necesarios para fabricar sus productos con reducción de costes aduaneros, favoreciendo así su mayor competitivad.
  • En este aspecto, se reducen los derechos aduaneros, ya que el 91% de las importaciones de la Unión Europea entrarán en Mercosur sin derechos aduaneros, a lo largo de un período de transición de 10 años. Supondrá un ahorro de 4 millones de Euros al año en impuestos aduaneros para las empresas
  • Generar mejoras en las exportaciones de ambas direcciones, cobrando mayor importancia algunos sectores como el agrícola, y con el mayor número de Denominaciones de Origen reconocidas en un acuerdo de este tipo. Todo ello sin reducir los estándares de seguridad exigidos para los productos en la Unión Europea, sino al contrario exportando estos estándares a los países del Mercosur, lo que ofrece mejor calidad para los consumidores.
  • Potenciar el sector de servicios a través de la liberalización gradual del sector, en línea, en el caso de Brasil, con su actual agenda política-económica, proclive a una mayor liberalización externa e interna, cuyo fin es eliminar los obstáculos que existían en el ámbito de servicios.
  • Contratos públicos. La legislación hasta la fecha era en líneas generales restrictiva en cuanto a participación de las empresas europeas en los concursos públicos de los países del Mercosur. Con este acuerdo, se va a facilitar la participación de las empresas en contratos públicos en ambos bloques, con previsión de aumento que la inversión extranjera va a poder participar y se espera que la presencia empresarial europea aumente.
  • Apoyo a las pequeñas y medianas empresas para que se puedan beneficiar de las oportunidades de negocio generadas a raíz del acuerdo.

“Todos estos elementos hacen que el acuerdo Mercosur-UE sea un gran acuerdo, pero es necesario reestablecer cierta confianza entre los negociadores para poder llegar a firmarlo en el primer semestre de 2021, esperando que esto suceda durante la Presidencia portuguesa”, ha recalcado el Embajador.

Finalizando la sesión, Celia Roldán, portavoz de Iberdrola, ha analizado el papel de la empresa española en Brasil donde están presentes desde 1990. “En 2011 nos consolidamos como una de las grandes compañías del país y nuestra filial Neoenergía es la segunda energética, presente en 18 estados. Iberdrola mantiene la confianza en Brasil como zona estratégica y en los próximos años invertirá tanto en renovables como en redes, con previsión de inversión de 8.300 millones de euros en los próximos 5 años, aprovechando las oportunidades de negocio como los derivados del Programa de Parcerias de Investimentos (PPI). Todo ello dentro de un modelo de desarrollo sostenible, con generación de valor para sus más de 12.000 empleados y la sociedad en su conjunto, actuando como claro motor de riqueza y desarrollo social en las comunidades en las que opera, con programas que han dado acceso al suministro eléctrico a poblaciones que antes no lo tenían, así como programas de educación, salud, o medioambientales”, ha concluido.